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La historia es como sigue: en el 2013, una figura de ATV+ dejó libre el espacio de las 11 de la noche en ese canal de noticias por cable. Y a alguien se le ocurrió que yo podría llenar el espacio. ¿Cómo? Bueno, para empezar no tendría reporteros, así que habría que ver cómo rellenar la hora. ¿Sin reportajes? ¿Con qué, entonces? No con un programa político (ya había uno) ni con uno de entrevistas (también había).

La escasez es la madre de la creatividad, dicen.

Se me ocurrió proponer un programa sobre la vida en Internet. Una mezcla entre tosh.0 (una recopilación de videos de Internet), «La Habitación de Henry Spencer» (planteando temas desde una falsa ingenuidad) y un late night show (sin público, pero con los fieles camarógrafos que harían la bulla correspondiente y necesaria).

Una vez lanzados, el reto fue conducir todos los días un programa que era 60% videos de YouTube pero sin que el público sintiese que está perdiendo el tiempo (o neuronas). Sí, esto fue antes de que todos los noticieros decidieran tener una «sección de YouTube» para rellenar su programación. O sea, nosotros hicimos lo mismo pero con dignidad.

De hecho, la sección que más recuerda la gente era el «Masaje Cerebral», el bloque de videos de perritos, gatitos, bebitos y demás diminutivos, presentado con un poco de saludable cinismo.

Y, por supuesto, la entrevista más exitosa de mi carrera.