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AJENOS

Calumnias semanales

Hubo un tiempo en que ser columnista era un trabajo soñado. El costo/beneficio salía más a cuenta que en cualquier otra labor periodística.

Quienes me abrieron las puertas fueron Fritz Du Bois y Claudia Izaguirre, a inicios de 2009. Ellos querían tener algo así como un espacio interactivo / columna / blog los domingos. Y que hable de temas de Internet (lo que siempre es una excusa para hablar de todo). Por eso se llamó Perú 2.1, pero creo que muy pocos se dieron cuenta del jueguito con las cifras.

Luego la mudé a La República. Su nuevo nombre, Ya lo pasado pasado, remitía a los cambios de la tecnología en nuestra sociedad y, al mismo tiempo, con la falta de memoria de nuestro país .

Aquí continuaba la idea de la columna en Perú.21: difundir lo que pasa en el mundo del Internet para el público al otro lado de la brecha generacional de los «nativos digitales». Intentaba que sea un espacio más de difusión que de opinión. Por supuesto, a veces me ganaba el mundo real.

La nueva columna en El Comercio tenía, a pedido de la dirección, una vocación más política sin perder el flavor geek. Estaba en bajo la sección del «Rincón del autor» pero como eso me parecía demasiado genérico, siempre la difundía como «Viernes sangriento». Desde entonces trato de incluir el día de publicación en el nombre de la columna.

La nueva dirección de El Comercio me terminó sacando. Fueron diez años en los que nunca dejó de haber una sola semana sin una columna mía publicada en algún medio. La escribía y enviaba desde cualquier lado del planeta en el que estuviese.

Al poco tiempo, regresé a La República hasta que llegó la pandemia. Desde entonces, mi calumnia aparece en el Patreon.