Dijo la editorial:
Se prenden las luces y no está en México, sino en su viejo set de Lima, en Monitor, donde pasó varios años sometida a arresto domiciliario. ¿O es un sueño? De pronto Laura descubre que ella, su vida y sus pecados van a ser confrontados por la diabólica conductora de ese set de fantasía, de ese talk show de sus pesadillas y sus recuerdos.
Uno a uno, como parte del público o como invitados «sorpresa» del programa, irán apareciendo distintos personajes que, en un momento u otro, cruzaron sus caminos con el de Laura: amigos, enemigos, familiares, colegas, políticos, testigos judiciales, periodistas de investigación; Montesinos, Toledo, Bayly, Belmont, Genaro, Beto, Pinchi Pinchi… ¡Que empiece el show!
Y agrego yo:
En el fondo, es un galardón ser el autor de un libro prohibido. Si tienen un ejemplar, atesórenlo porque Laura Bozzo se encargó de sacarlo del circuito comercial.
Este libro es un experimento y no sé si en el Perú se haya hecho algo similar antes o después. El proceso fue fascinante. Por supuesto, aproveché para aprender de Hernán Migoya, legendario autor y editor de cómics catalán, que tradujo mis guiones en algo narrativamente dibujable para Ricardo Montes, el notable responsable de los lápices y la tinta.
Los Apuntes documentales se los robé al From Hell de Alan Moore y desde allí saltaron a H&H y a K.O. P.P.K.
